un sinsentido de sol en la boca

arrasar con todo pintar mundos de colores castillos de arena que serían verde lima limón y unos ojos curiosos que serían verde cielo y no me canso de pensarlos retratarlos porque por ahí leí que un recuerdo vale más que la realidad y no sé si será cierto pero es como una caricia al alma perdida de sábado por la noche que se reencontró con el sueño pesado y las almohadas de pluma de otoño antaño, como el juego del parque lezama y la facilidad verbal.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

el perfume de la abuela viaja a toda velocidad y lo empaña, se impregna y lo empaña.
y a mi alrededor solo sollozos sostenidos de los que nunca hablan, pero no saben callar.

pecado